Qué es la EAA (European Accessibility Act) y ¿por qué, aunque no vivas en Europa, debería importarte?

La Accesibilidad –física y digital– es un derecho humano, y ante esto, muchos países en el mundo ya están tomando cartas en el asunto desarrollando diversas normativas y estándares que regulan el diseño, la implementación y la mantención de tecnologías digitales inclusivas. El Acta Europea de Accesibilidad (EAA) nace como uno de los instrumentos normativos más relevantes en este ámbito, ya que establece requisitos claros para la accesibilidad de productos y servicios digitales dentro de todo el mercado europeo.

Recordemos que el concepto de accesibilidad digital se fundamenta en la certeza de que todas las personas, independientemente de sus capacidades o discapacidades, deben poder acceder y utilizar productos y servicios digitales eficazmente. En un mundo donde viven más de 1,3 millones de personas con discapacidad y gran parte de la interacción social, educativa y comercial ocurre a través de plataformas digitales, garantizar esta accesibilidad se convierte en una necesidad imperante para combatir la exclusión social y fomentar la participación de toda la ciudadanía.

¿Qué es la EAA?

El Acta Europea de Accesibilidad es una directiva de la Unión Europea, aprobada en 2019, cuyo objetivo es homogeneizar los requisitos de accesibilidad para productos y servicios digitales en los 27 Estados miembros. 

La directiva se basa en estándares internacionales y establece un marco común que obliga tanto a entidades públicas como privadas a garantizar que sus soluciones digitales sean accesibles para todos.

La implementación de la EAA tiene fecha para el 28 de junio de 2025, lo que implica que las empresas y organismos que operen en territorio europeo deben adaptarse a estos nuevos estándares.

Dentro de los productos y servicios alcanzados están:

Productos regulados por la EAA:

  • Computadores y sistemas operativos
  • Dispositivos de autoservicio (cajeros automáticos, terminales de pago, máquinas de emisión de boletos, etc.)
  • Smartphones y otros dispositivos electrónicos de comunicación
  • Equipos de telecomunicaciones
  • e-Readers (libros electrónicos y dispositivos de lectura digital)

Servicios regulados por la EAA:

  • Comercio electrónico (sitios web y apps de venta de productos y servicios)
  • Servicios de telecomunicaciones (proveedores de telefonía, internet y mensajería electrónica)
  • Banca y servicios financieros digitales (apps bancarias, sitios web de instituciones financieras, cajeros automáticos)
  • Transporte de pasajeros (sistemas de reserva de boletos, aplicaciones de movilidad, información digital en aeropuertos, estaciones de tren y autobuses)
  • Libros electrónicos y su software, exigiendo que sean compatibles con tecnologías de asistencia.
  • Servicios audiovisuales (plataformas de streaming y reproducción de contenido)

¿Quiénes deben cumplir la directriz?

Si bien la EAA establece requisitos específicos para mejorar la accesibilidad de productos y servicios, su aplicación no es uniforme para todas las organizaciones ni sectores, por lo que se debe comprender quiénes están obligados a cumplirla y qué implicaciones tiene para los distintos actores del mercado.

1. Empresas y organizaciones dentro de la Unión Europea

La EAA aplica a empresas públicas y privadas que operen dentro de la Unión Europea y que ofrezcan productos o servicios incluidos en el ámbito de la directiva. No importa si la empresa es local o multinacional, si tiene presencia en Europa, debe cumplir con la normativa. 

La pequeña empresa (Pyme) –con menos de 10 empleados y menos de 2 millones de euros en facturación anual– queda exenta de ciertas obligaciones en la medida que puedan demostrar que cumplir con la normativa les supone una carga desproporcionada. Sin embargo, de igual forma deben garantizar el acceso a información esencial para personas con discapacidad.

2. Empresas de fuera de la Unión Europea

Las empresas que no tienen sede en la UE también se ven obligadas a cumplir con la EAA si interactúan con el mercado europeo. Esto incluye:

  1. Empresas extranjeras que comercializan productos o prestan servicios digitales dentro de la Unión Europea, sus soluciones deben cumplir con los requisitos de accesibilidad de la EAA. Por ejemplo, un e-commerce con sede en EE.UU. que vende productos a clientes europeos debe asegurarse de que su sitio web y aplicación sean accesibles.
  2. Cualquier tipo de empresa que tenga clientes o socios en la Unión Europea, ya sean empresas de servicios, consultoría, diseño, desarrollo web, entre otras. El punto clave es que sus clientes o socios europeos podrían exigirles cumplir con la EAA para poder hacer negocios con ellos. Un ejemplo podría ser una empresa de desarrollo de software en Chile que crea aplicaciones móviles para una compañía europea de transporte público. Aunque la empresa chilena no opera directamente en la UE, su cliente europeo sí debe cumplir con la EAA, lo que significa que la aplicación debe ser accesible para personas con discapacidad. Si la empresa chilena no garantiza accesibilidad en su producto, su cliente europeo podría exigir modificaciones o buscar otro proveedor que sí cumpla con la normativa.
  3. Para empresas fuera de la UE que proveen tecnología o servicios a empresas europeas, sus productos deben ser accesibles para que sus clientes cumplan con la normativa. Aquí la clave es que la accesibilidad debe estar incorporada en el producto o servicio tecnológico desde su origen, porque sus clientes europeos la necesitarán para cumplir la normativa. Como ejemplo, una empresa de IA en Asia que desarrolla chatbots para empresas europeas deberá garantizar que sus soluciones sean accesibles según la EAA.

3. Empresas públicas y sector gubernamental

Si bien existe la Directiva de Accesibilidad Web (2016/2102/UE) que obliga a los sitios web y aplicaciones de entidades del sector público a ser accesibles, la EAA amplía estos requisitos a otros servicios esenciales como transporte, banca y telecomunicaciones.

4. Cadenas de suministro y de terceros

Uno de los aspectos más relevantes de la EAA es que también impacta a toda la cadena de suministro. Las empresas europeas que dependen de proveedores externos, ya sea dentro o fuera de la UE, exigirán que sus sistemas sean accesibles, pues de lo contrario no podrán utilizarlos sin incumplir la normativa. Esto afecta a proveedores de tecnología y software, subcontratistas y servicios de terceros, como desarrollo web, soluciones de pago o plataformas de atención al cliente, quienes también deben asegurarse de cumplir con la EAA. Asimismo, los fabricantes de dispositivos electrónicos deben garantizar que sus productos sean accesibles, ya que los distribuidores europeos no podrán comercializarlos si no cumplen con la normativa. 

Consecuencias por incumplimiento

La EAA establece un marco legal en la Unión Europea para garantizar que productos y servicios sean accesibles a todas las personas, incluyendo aquellas con discapacidades. El incumplimiento de esta normativa conlleva sanciones significativas, las cuales varían según el país miembro y la gravedad de la infracción. Entre las principales consecuencias y sanciones asociadas al incumplimiento de la EAA están:​

Multas y sanciones económicas

Cada Estado miembro de la UE tiene la responsabilidad de determinar y aplicar las sanciones específicas por incumplimiento de la EAA. Algunos casos: ​ 

  • Alemania: Las empresas que no cumplan con los requisitos de accesibilidad enfrentarían multas de hasta €100.000 por infracción. 
  • Francia: Las sanciones por incumplimiento involucran multas de hasta €50,000. Además, multas adicionales de €25,000 por infracciones relacionadas, como por ejemplo, no publicar una “Declaración de Accesibilidad”. 
  • Irlanda: Las empresas que no cumplan con la normativa podrán ser multadas con hasta €60.000 o enfrentar penas de prisión de hasta 18 meses, o ambas. ​ 
  • España: La Ley 11/2023, que transpone la EAA al marco legal español, establece multas que varían según la gravedad de la infracción. Las sanciones van desde los €10.000 para infracciones leves, hasta €600.000 para las muy graves. Además, las empresas reincidentes podrían enfrentar prohibiciones para participar en ciertas actividades durante un período determinado. ​

Es importante destacar que estas sanciones son indicativas y variarán según la legislación específica de cada país y las circunstancias particulares de cada caso.​

Restricciones en el mercado

Además de las sanciones económicas, las empresas que no cumplan con la EAA enfrentarán restricciones operativas. En países como Austria, Hungría y Bélgica, las autoridades tienen la facultad de suspender servicios o impedir que las empresas operen en sus mercados hasta que se garantice el cumplimiento de las normativas de accesibilidad.  

Acciones legales y litigios

El incumplimiento de la EAA también arriesga acciones legales por parte de consumidores y organizaciones defensoras de los derechos de las personas con discapacidad. Estas acciones pueden resultar en litigios costosos y en la obligación de implementar medidas correctivas bajo supervisión judicial.​

Daño reputacional

En una sociedad cada vez más consciente de la importancia de la inclusión y la accesibilidad, no cumplir con la EAA tiene un impacto negativo en la reputación de una empresa, afectando la confianza de los consumidores y las relaciones con socios comerciales.​

Por lo anterior, es esencial que las empresas comprendan las sanciones específicas en cada país donde operan y tomen medidas proactivas para garantizar el cumplimiento de la EAA.

¿Existen otras legislaciones de accesibilidad?

La European Accessibility Act no surge en el vacío, sino que se apoya en un conjunto de normativas y directrices internacionales que han sentado las bases para la accesibilidad digital. Entre ellas, destacan las Pautas de Contenido Web Accesible (WCAG), desarrolladas por el World Wide Web Consortium (W3C), que establecen estándares globales para garantizar que plataformas y contenidos web sean accesibles. Estas pautas se basan en cuatro principios fundamentales: perceptible, operable, comprensible y robusto. En el contexto europeo, el Reglamento EN 301 549, desarrollado por el European Telecommunications Standards Institute (ETSI), especifica los requisitos técnicos de accesibilidad para productos y servicios digitales, abarcando desde software y hardware hasta contenidos web.

A nivel regulatorio, la Directiva de Accesibilidad Web (2016/2102/UE) ya exigía que los sitios web y aplicaciones móviles del sector público fueran accesibles, pero la EAA amplía estos requisitos al sector privado, cubriendo un espectro mucho mayor de productos y servicios digitales. En paralelo, la EAA se vincula con otras normativas globales que han influido en la evolución de los estándares de accesibilidad. En Estados Unidos, la Ley para Estadounidenses con Discapacidades (ADA) y la Sección 508 han establecido precedentes en la exigencia de accesibilidad digital, especialmente para agencias federales y sus contratistas. En Canadá, la Ley de Accesibilidad para Personas con Discapacidades de Ontario (AODA) exige que las empresas cumplan con normativas similares, lo que facilita la interoperabilidad con los estándares europeos.

Finalmente, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU (CDPD), adoptada en 2006, ha sido un catalizador clave para que numerosos países implementen regulaciones que garanticen la igualdad de acceso a la información digital, reforzando el compromiso global con la accesibilidad e inclusión.

¡El momento es ahora!

La transición hacia una conformidad en Accesibilidad Digital debe ir más allá de un cumplimiento legal, debe ser una estrategia clave para la sostenibilidad y competitividad de las empresas en un entorno global. La implementación de la Acta Europea de Accesibilidad (EAA) impone nuevos estándares que impactarán a empresas dentro y fuera de Europa, afectando tanto a proveedores como a socios comerciales en la región. Adaptarse a estas regulaciones, además de evitar sanciones y barreras comerciales, abre oportunidades en un mercado que cada día más valora la inclusión y la innovación.

Los pasos clave para cumplir con la EAA:

  1. Evaluar el estado actual de accesibilidad de productos y servicios digitales para identificar brechas y áreas de mejora.
  2. Capacitar a los equipos internos sobre normativas, buenas prácticas en general, y en particular, formar a profesionales de acuerdo a su rol entregando las competencias y herramientas clave para implementar la accesibilidad.
  3. Implementar las mejoras ejecutando las correcciones necesarias en plataformas digitales, productos y servicios para garantizar el cumplimiento con los estándares de accesibilidad.
  4. Incorporar la accesibilidad en todo el ciclo de productos digitales: diseño, desarrollo, pruebas, como también, siendo parte la cultura organizacional.
  5. Buscar asesoramiento de profesionales en accesibilidad para garantizar el cumplimiento efectivo de la normativa.​ 
  6. Establecer procesos de monitoreo y mejora continua para asegurar que la accesibilidad se mantenga en el tiempo y evolucione de acuerdo con las normativas y necesidades del mercado.

En Globallys, contamos con la experiencia para apoyar a las empresas en cada una de estas etapas, ofreciendo soluciones especializadas que aceleran la adopción de la accesibilidad digital. Nuestro equipo de expertos está listo para acompañarlos en este proceso, asegurando que sus productos y servicios sean accesibles para todas las personas.

¡El momento de actuar es ahora! No esperes a junio y prepárate hoy para un futuro donde la inclusión digital sea una ventaja competitiva clave para tu negocio, sin importar dónde opere.¿Quieres saber más? contáctanos y sigamos conversando.

Lorena Contreras

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